Tipos de café, métodos de extracción e historia del grano
Introducción
El café es más que una bebida: es una cultura que ha acompañado a la humanidad por siglos. Conocer sus orígenes, tipos y métodos de preparación permite apreciar cada taza de forma más consciente.
Historia del café
Los orígenes en Etiopía
Se cree que el café fue descubierto en Etiopía alrededor del siglo IX. Según la leyenda, un pastor notó que sus cabras se mostraban más activas después de comer frutos rojos de un arbusto desconocido.
Etiopía es reconocida como la cuna del café. En sus tierras altas crece de forma natural el Coffea arabica, la especie más valorada en el mundo. Su historia combina leyenda, tradición y descubrimiento, dando origen a una de las bebidas más consumidas del planeta.
La leyenda de Kaldi
La historia más popular sobre el origen del café cuenta que, en el siglo IX, un pastor etíope llamado Kaldi notó que sus cabras se comportaban de manera inusual después de comer unos frutos rojos de un arbusto. Intrigado, llevó las cerezas a un monasterio cercano.
Los monjes, al probarlas, descubrieron que podían mantenerse despiertos durante largas horas de oración. Así come
El café como parte de la cultura etíope
En Etiopía, el café no solo es un producto agrícola: es un símbolo de hospitalidad, comunidad y respeto. La tradicional ceremonia del café etíope es un ritual que implica tostar los granos, molerlos y preparar la infusión frente a los invitados.
Este proceso puede durar más de una hora y se repite tres veces, cada una con un significado especial:
- Abol – la primera taza, fuerte y aromática.
- Tona – la segunda, más suave.
- Baraka – la última, símbolo de bendición.
Variedades etíopes y su importancia mundial
Las distintas regiones de Etiopía —como Yirgacheffe, Sidamo, Harrar o Limu— producen cafés con perfiles de sabor muy diferentes. Esto se debe a la diversidad de climas, altitudes y suelos.
- Yirgacheffe: floral, afrutado y con acidez brillante.
- Sidamo: equilibrado y dulce.
- Harrar: intenso, con notas de vino y frutas secas.
- Limu: suave, con cuerpo redondo y aroma dulce.
Estos cafés son muy valorados por los tostadores de especialidad y sirven como base para blends en todo el mundo.
El legado de Etiopía
El descubrimiento del café en Etiopía marcó el inicio de una historia global. Desde sus bosques naturales, la planta viajó hacia Yemen y luego al resto del mundo, transformándose en una industria internacional.
Sin embargo, el vínculo entre el pueblo etíope y su café sigue siendo profundo: cada taza es un recordatorio de su origen, su tierra y su cultura ancestral.
Expansión al mundo árabe
El cultivo y consumo de café se extendió hacia Yemen y Arabia, donde se popularizó como bebida social en las primeras casas de café, llamadas qahveh khaneh.
Llegada a Europa y América
Durante el siglo XVII, el café llegó a Europa y pronto se convirtió en el sustituto del vino o la cerveza en los desayunos. Con la colonización, el cultivo se expandió a América Latina, donde encontró un terreno ideal.
Tipos de café
Arábica
El café arábica representa más del 60% de la producción mundial. Se cultiva en altitudes elevadas y ofrece sabores suaves, con notas florales o afrutadas. Su contenido de cafeína es bajo.
Robusta
De sabor más fuerte y amargo, el robusta contiene casi el doble de cafeína que el arábica. Es ideal para cafés de cuerpo intenso y se usa mucho en mezclas para espresso.
Otras variedades
Existen especies menos comunes como Liberica o Excelsa, cultivadas en regiones específicas. Aunque su producción es limitada, aportan perfiles de sabor muy particulares.
Métodos de extracción
Filtrado o goteo
El método más común en casa y cafeterías. Se basa en verter agua caliente sobre café molido, permitiendo una extracción limpia y ligera. Ejemplo: V60, Chemex o cafeteras eléctricas.
Inmersión
El café y el agua permanecen en contacto durante un tiempo determinado antes de filtrar. El resultado es un sabor más profundo y con mayor cuerpo. Ejemplo: prensa francesa o Aeropress.
Presión
El agua se fuerza a pasar por el café molido a alta presión. Este método produce un café concentrado y cremoso. Ejemplo: espresso o moka italiana.
Factores que influyen en el sabor
Molienda
La finura del molido debe ajustarse al método usado. Una molienda demasiado fina o gruesa puede alterar el equilibrio del sabor.
Temperatura del agua
El rango ideal es entre 90 y 96 °C. Temperaturas muy altas extraen amargor, mientras que las bajas producen un sabor débil.
Proporción café-agua
Una regla básica es usar 1 gramo de café por cada 15 a 17 gramos de agua. Ajustar esta proporción modifica la intensidad del resultado.